sábado, 26 de mayo de 2018

El Cazador de Sonidos (parte 1)


Escúchalo atentamente, canción 7, minuto 2:41. La pondré desde el inicio para que no te pille de nuevas.

Lo que puse a mi amigo era una canción en mp3 de un grupo español casi absolutamente ignoto llamado “The Pale Sharks”, que habían existido entre 1983 y 1985. Grabaron de manera rudimentaria un disco llamado “Material World”; como bien puede notarse, en inglés. Dato raro, para la época, pero no insólito. Su música consistía en un rutinario post punk de oscuras atmósferas, dentro de lo que por aquel entonces se llamaba (muy carpetovetónicamente) escena siniestra.

lunes, 21 de mayo de 2018

El Fabuloso Verano


Siempre  oigo hablar de los amores de verano como una tradición que va pasando indefectiblemente de padres a hijos, como un rito de iniciación a la edad terrible y fascinante de la adolescencia, previo pago de unos melosos días de esparcimiento playero. Pero cada vez que lo oigo siento que debieron de haberme hecho repetir curso o amonestarme de alguna manera en su momento; la ausencia de un amor de verano es una mácula en mi biografía y un agravio comparativo para con los demás seres humanos decentes y cumplidores que van pasando etapas vitales sin saltárselas y sin poner mohines.

lunes, 14 de mayo de 2018

Las Tres Profecías (Parte II)



En 2018 yo había quedado en ir a ver Lorenzo a su casa en Madrid. El tiempo había diluido nuestra unión pero el contacto nunca llegó a desaparecer del todo. Nos veíamos eventualmente en Peñascal o en algún evento destacado, como bodas y demás. Lorenzo me había pedido, casi exigido, que le visitase en su domicilio antes de una semana. Afortunadamente tenía suficiente hueco como para satisfacer su deseo dentro del plazo que me propuso. Por lo demás me citó a una hora muy concreta, a partir de las 19:45.

lunes, 7 de mayo de 2018

Las Tres Profecías (Parte I)


El origen de que todos la llamasen “Ojo Negro” supongo que está en ese indefinido cajón desastre esotérico que suelese dar en llamarse “mal de ojo”. No sé muy cómo empezó a asociarse a Marina Ramos, tal era su nombre, con esas pequeñas hechicerías; tengo mis dudas sobre si se inició en ellas al verse excluida del pueblo o se excluyó del pueblo por iniciarse en ellas. Los que podían resolver nuestras dudas, o bien no existían o bien preferirían hablar de cualquier otra cosa. Pero que  Marina Ramos era perita en artes poco comunes, acaso maléficas, era dado como cierto por todos.

martes, 1 de mayo de 2018

Un Hombre Pacífico



Me acuerdo de Ángel, me acuerdo muy bien. A veces con pena,  a veces con orgullo y a veces todavía con curiosidad. Yo fui uno de los pocos, diría que el único, que le escucho cuando su visión del mundo se fue a pique, cuando no era posible adivinar que pasaba a su alrededor. El problema es que Ángel no se reconocía así mismo tal como era, ni adivinaba lo especial de su existencia.