miércoles, 23 de enero de 2019

El Enfermo en la Frontera


Las mañanas aunque promisorias de luz, calor y novedad se me representaban terribles; una calamidad me laceraba diariamente a unas horas casi simultáneas. Al amanecer. Yo, que a mis catorce años representaba aún menos y que de la vida sabía más bien poco, me tuve que enfrentar a un pesar extraño, a un sufrimiento cíclico.