viernes, 29 de diciembre de 2017

Los Cuentos Cambian


-¿El Fantasmas de las Navidades Pasadas? No tío, eso está ya muy superado. ¿Para qué te iba a servir? Si todo lo recuerdas perfectamente y a decir verdad no has cambiado mucho de vida, ni te arrepientes de nada. Del presente tres cuartos de los mismo. Ahora tenemos otra política. Y quizá menos plantilla. Somos pragmáticos y miramos al futuro, que es de verdad donde más podemos meter mano y, dicho sea de paso, lo que más acojona.

martes, 26 de diciembre de 2017

La Hora de la Verdad (parte 3)


-He vivido demasiadas cosas en mi vida como para quedarme con una de pega. Yo no soy de aquí.

- Muy bien. Atente a cruzar el Rubicón. Mejor dicho, este Rubicón. Por cierto, creo que vamos bien. ¿Qué hora tienes?

-¿Perdón?

- La hora. Tu reloj funciona incluso aquí y ahora.

-Las 11:14.

jueves, 21 de diciembre de 2017

La Hora de a Verdad (parte 2)


No había ni rastro de sueño en Raquel, que optó por levantarse y vagabundear por su cuarto, como muestra de tedio y preocupación. Al llegar a la ventana pudo ver, realmente sin mirar, la calle vacía de personas. Hasta que en la calle vio algo que despertó mínimamente su interés: en la acera contraria había un hombre mirando fijamente, no a ella sino más arriba; al piso superior. Era un hombre extraño, completamente vestido de blanco, con las manos en los bolsillos, absorto en una continua observación que no parecía tener mucho objeto, alto y delgado. Raquel estuvo dos minutos mirándole y en esos dos minutos el hombre apenas se movió un ápice. Cansada, abrió la ventana (era verano) y se dirigió hacia su cama en demanda de poder conciliar el sueño.

sábado, 16 de diciembre de 2017

La hora de la Verdad (Parte 1)


Abrir los párpados fue una tarea más que ardua para Raquel, que de buena gana hubiera seguido dormitando indefinidamente, no obstante tras un primer vistazo vagamente exploratorio vio a su alrededor a la suficiente gente como para dase cuenta de que había sucedido una anormalidad. La segunda señal fue un lacerante dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo. La parte buena era que todo cuanto la rodeaba era conocido sobradamente; sus padres y su hermano saludaron su despertar con un alivio todavía demasiado mezclado con incógnitas. El escenario, dadas las circunstancias, era también propicio; su habitación. Sin duda siempre es una ventaja despertarse en terreno conocido cuando no recuerdas cómo has llegado allí. Sobre todo si los que te rodean son indulgentes.

martes, 5 de diciembre de 2017

Residencia en Casablanca


Cariñoso homenaje a Casablanca al cumplirse 75 años de su estreno


Diciembre de 1992

Saúl se movía por aquel pequeño cine con un aire de orgullosa suficiencia, al modo de un celoso sacerdote que se sabe dueño de un templo. Y quién iba a rebatir esa metáfora, a sus ojos esa pequeña sala no envidiaba sacralidad alguna a la más suntuosa catedral gótica. Ser dueño de un cine, solía decir, equivale a ser receptor de uno de los más grandes privilegios a que cualquiera puede aspirar, aunque diera pérdidas; que las daba. Mucho tiempo, dinero y denuedo hubo de emplear Saúl en comprar, reformar y readaptar un antiguo espacio abandonado en un cine pequeño, pero coqueto, confortable. Además allí era el rey, el monarca absoluto, pero bienintencionado, que elegía las películas a proyectar; que por otra parte no eran de estreno. Saúl a veces se veía sí mismo como un médium que pone en contacto los espíritus del celuloide antiguo con la gente de hoy en día. A fin de cuenta, ir a ver una película tiene algo de ritual. Es silencio, recogimiento y, en muchas casos, adoración.