lunes, 2 de abril de 2018

El Opositor


Amanecer en el Departamento de Recursos y Distribución se le antojó deprimente a Miguel Ureña. Bien podría ser por la tempranísima hora a la que había sido citado o por la adustez del tiempo; gris, desangelado, lluvioso. La lluvia. Ya nadie concebía un mundo sin lluvia. Sin embargo Miguel tiene mucho más  de que preocuparse. Ha sido citado para conocer las notas de las recientes Pruebas de Aptitudes y Selección (P.A.S) que en buena manera determinarán su futuro. La sala de espera es de un aspecto tan aséptico, tan funcional, que es imposible encontrar un elemento que no sea rectilíneo.


Miguel se encontraba mirando la sempiterna lluvia a través de una reducida ventana cuando una voz le llamó anunciándole su turno.

-Expediente 50221.

Un hombre taciturno, impasible y correctísimamente trajeado llamó por el Número de Identificación de Opositor. “No pasa nada –pensó Miguel-, quizá ni siquiera me haga falta un nombre.
Siguió con desgana al hombre trajeado hasta una sala amplia, excesivamente iluminada y ocupada en su pared posterior por una especie de estrado regentado tres  por personas con aspecto de doctos y respetabilísimos señores. El del centró habló.

-Buenos días, señor Ureña. Expediente 50221. Soy el Oficial Científico designado por el Departamento de Recursos y Distribución para ejercer de evaluador de su desempeño en las P.A.S. Sus calificaciones ya son definitivas y celebramos esta vista para trasmitirle los resultados. Antes de proceder a su lectura, el magistrado representante del Ministerio de Justicia le recordará las consecuencias de esta oposición.

 Tras decir esto, miró a su derecha para presentar a otro ilustre señor.

-Seré muy breve, 50221. Como bien sabe, desde La Gran Carestía, la mayoría de países han suscrito convenios neomalthusianos,  donde se da por sentado que los recursos indispensables para la supervivencia crecen a un ritmo notablemente menor que la demografía. Esto lo supimos dramáticamente hace unas décadas. La Gran Carestía mató a millones de personas, primero por hambre y luego por las luchas por los recursos.

-Estoy opositando para poder seguir con vida. Ya lo sé.

El letrado, continuó con su perorata; cada vez más admonitoria.

-Pues debe saber el fundamento también. Los acuerdos neomalthusianos obligan a los países a controlar el número de individuos en diversos rangos de edad. El suyo comprende desde los veinte a los cuarenta años. Cuando ciertos límites se sobrepasan, los individuos de ese rango deberán pasar unas pruebas y los que pasen un corte podrán seguir viviendo. Los que no, son suprimidos. Los no aptos.

-Pena de muerte.

-No lo entiende todavía, 50221. En efecto, los no aptos son ejecutados. Pero si no hiciéramos esto, las subsiguientes guerras por alimentos y fuentes de energía originarían muchas más víctimas. Los intentos de control de natalidad no surgieron suficiente efecto, de algún modo la vida seguía sobrepasándonos.

- 50221, hemos de proceder a la lectura de su evaluación. Hemos tenido en cuenta todas las pruebas físicas aeróbicas y anaeróbicas, los chequeos de salud, las pruebas psicotécnicas e intelectuales y el índice de utilidad económicas. Ésta última quizá deba serle explicada.

-No sé lo que es.

-Correlacionamos todos los gastos que ha invertido el Estado en su desarrollo como persona útil para la sociedad: pruebas médicas, gastos en educación, en transporte… y muchas situaciones más, con lo que usted ha aportado a nuestro avance: impuestos y producción, sobre todo. Las personas, en nuestro mundo de hoy, son inversiones; no solo han de ser las más aptas, también han de ser rentables. Y usted no lo es, su ratio de eficiencia económica es de un -1,3%. Ligeramente negativo.

-Yo creía haber trabajado bien.

-Una vez acabe la vista se le facilitarán los datos de cálculo. No es muy probable que haya fallos. En cuanto a las pruebas físicas e intelectivas, siento decirle que son igualmente insuficientes. Teniendo en cuenta que, en esta circunscripción provincial, han de sobrevivir los 20% más aptos, la nota conjunta de corte es de 89,47. Todos los que puntúen por debajo, serán ejecutados. Su puntuación ha sido de 79,42.

Un silencio casi como hecho de argamasa recorrió la sala. Miguel nunca fue un hombre ni de palabras, ni de emociones. Sin embargo una lágrima fue cayendo por su rostro sin que él hiciera ademán de limpiársela. Parecía una brecha vertical de plata.

-¿Voy a morir?

-Lo lamento, 50221. Es inútil, por experiencias anteriores, prolongar la vista. Hago entrega a mi colega jurídico, aquí presente, del dictamen científico de “persona sacrificable”. Es él en última instancia el que dará validez legal a todo el proceso. Da fe de todo ello el delegado notarial del Departamento, también aquí presente. 50221, se le concede una semana para la revisión de todos los resultados. Lo hará en su casa bajo arresto domiciliario y le acompañarán varios catedráticos para ayudarle. Pasado ese plazo, podrá presentar una alegación. Se le responderá en el curso de un mes. Después se ejecutará lo que haya de hacerse. Buenos días.

La eficiencia del Estado hizo que poca más de un mes más tarde Miguel estuviese en una celda esperando su ejecución junto a un alguacil.

-¿Podrán avisar a mi padres? Hace mucho que no los veo. Los trasladaron a la Región Nordeste de Producción.

-Claro, hay notificaciones estándar para ello

-Somos los mesías.
-¿Perdón?

-¿No dicen de Cristo que vino al mundo para cargar con los pecados de los hombres? Pues los ejecutados cargamos con los pecados de nuestros insensatos y egoístas ancestros y con los de los crueles y tiránicos de nuestros contemporáneos. ¿Qué diría hoy Jefferson? “Todos los hombres son creados iguales”. Pero lo que cargamos con los delitos, errores y pecados de las humanidad somos nosotros. Los que vamos a morir.

-Por favor ingiera el contenido de esta ampolla. Es lo que llamamos muerte por adormecimiento, la somnolencia le irá invadiendo y morirá sin ningún dolor. Cualquier última voluntad indíquemela por favor, yo he de dejarle solo.

-Digan a mis padres esto: “Creo que vuestro hijo ha fallado. Perdonadme”

-Así lo haremos. Ahora, relájese y duerma.




2 comentarios:

  1. ¡Ay! En mi blog también incluyo algún relato que otro: ¡me encanta leer y escribir; y si encima lo comparto y gusta...! Suerte en el concurso. Yo voy por Solidaridad, pero incluyo literatura, música, ciencia, curiosidades, denuncia de injusticias... Un poco de todo. ¡Y qué bien lo paso escribiendo! Aquí lo veis. Gracias.

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    1. Hola Euterpe

      ¡Gracias por la visita! Le voy a echar un vistazo a tu blog. Tienes toda la razón, escribir, leer y escuchar música son de las cosas más disfrutables que se pueden hacer.

      ¡Muchas suerte a ti también!

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